Hay días en los que por más que uno luche contra el propio ánimo la cosa se pone difícil. En general es más que un día. Supongo que si pasaste un día malo, te vas a dormir desanimado, al día siguiente algo de eso ya está en vos.
Y la verdad es que, sin ánimo de ser pesimista, veo que la situación está difícil, ya entramos en noviembre y practicamente no he trabajado este año. Para una persona acostumbrada a tener mucha actividad es duro estar tanto tiempo en casa y tanto tiempo sola.
Hoy tenemos la suerte de que estas famosas redes sociales, el blog, el mail, de alguna manera hacen que no nos sintamos tan alejados del mundo. Supuestamente nos acercan al mundo. Sin embargo, a veces parece no alcanzar. No sé, yo siento una necesidad casi desesperante de juntarme con alguien, fisicamente concreto, a tomar un vino, a conversar, a vivir esos momentos de silencio que aparecen en los diálogos, a enfervorecerme discutiendo de política, de música o de amor. Yo necesito el contacto físico.... a lo mejor soy de otra época.
Y con el trabajo es lo mismo, me busco la manera de escribir, de hacer cosas lindas, de estar vinculada con otras personas, sin embargo el trabajo me provee de algo que no sé bien si lo puedo explicar. No es solamente el dinero, también hay algo más, es estar en acción, ocupar la mente, sentirse útil a lo mejor.
Hago mucho para reinsertarme en el mundo laboral, a lo mejor no lo suficiente, pero ya no sé que nuevas cosas inventar. Mi ánimo me abandonó nuevamente.
Conozco ese estado de ánimo, de cuando no tenía trabajo tampoco, y fue derivando en una oscura bronca contra el resto del mundo.
ResponderEliminarPero hoy no se qué es peor. Tener trabajo o no tenerlo.
Te diría que lo trates de mirar de esta manera. Si tuvieras trabajo no te estarías cuestionando el sentido de la vida como lo estás haciendo. Estarías con las orejeras puestas, como los caballos de carrera, lanzada por el carril que te tocó en suerte. ¿y para qué? ¿para darte cuenta dentro de 30 años que tiraste tu vida por la ventana dándole la mayor parte de tu tiempo a un multimedios?
Muchas veces el trabajo resulta eso, un narcótico que nos amansa, nos somete, y nos acollara definitivamente al redil de las ovejas.
Por supuesto que hay un pequeño problema, la plata.
No todos pueden cantar con Sabina: "me zafé de los tontos por cientos, del cuento del "bisnes", dando clases en una academia de cantos de cisnes".
Ojalá puedas.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
ResponderEliminar(Nietzsche)